Mikel tal cual, escalando, sonriendo... |
Eres uno de los primeros y más
bonitos recuerdos de mi vida en Vitoria…Me hiciste correr cuarenta minutazos,
mi récord aún hoy... No salté nada ese fin de semana, de tan infladas que tenía
las piernas, pero a cambio me hiciste pasar un día y unos meses estupendos…Mis
primeras experiencias con la escalada en Ariznabarra y en Hegoalde, mis
primeras frases en euskera, que siempre tendrán tu firma, el “Lobo”, algún
canutillo inocente en ese bar del que no me acuerdo del nombre, nuestras conversaciones, ¡tan fáciles!, ver en mi casa
una y otra vez tu VHS de “Baltzolita”,
quedarnos encerrados en el IVEF por estar, ¡cómo no! entrenando y haciendo el
gamba hasta las tantas, repasar una y
otra vez el MI-KE-LI de tu espalda, tus ilusiones, tus proyectos, el Templo,
las despedidas en la estación y tu sonrisa. Siempre sonriente…
Desde que el Sábado recibí la
triste noticia he repasado en mi mente uno a uno, una y otra vez, sin poder ni
querer creérmelo, todos estos recuerdos de los momentos pasados
contigo, de los días en Vitoria, de las conversaciones vía Messenger, de los
SMS, los e-mails…y a todos ellos les he puesto tu sonrisa…no te recuerdo de
otra forma.
Hacía meses que no sabía de ti…Años
que no estábamos juntos…Pero los recuerdos que llevo conmigo no tienen fecha de
caducidad. Agur Mikel, zure irifarra betirako nire bihotzean.
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