martes, 9 de octubre de 2012

Agur Mikel. Zure irrifarra betirako nire bihotzean.


Mikel tal cual, escalando, sonriendo...
Eres uno de los primeros y más bonitos recuerdos de mi vida en Vitoria…Me hiciste correr cuarenta minutazos, mi récord aún hoy... No salté nada ese fin de semana, de tan infladas que tenía las piernas, pero a cambio me hiciste pasar un día y unos meses estupendos…Mis primeras experiencias con la escalada en Ariznabarra y en Hegoalde, mis primeras frases en euskera, que siempre tendrán tu firma, el “Lobo”, algún canutillo inocente en ese bar del que no me acuerdo del nombre, nuestras conversaciones, ¡tan fáciles!, ver en mi casa una y otra vez tu VHS de “Baltzolita”, quedarnos encerrados en el IVEF por estar, ¡cómo no! entrenando y haciendo el gamba hasta las tantas, repasar una y otra vez el MI-KE-LI de tu espalda, tus ilusiones, tus proyectos, el Templo, las despedidas en la estación y tu sonrisa. Siempre sonriente…

Desde que el Sábado recibí la triste noticia he repasado en mi mente uno a uno, una y otra vez, sin poder ni querer creérmelo, todos estos recuerdos de los momentos pasados contigo, de los días en Vitoria, de las conversaciones vía Messenger, de los SMS, los e-mails…y a todos ellos les he puesto tu sonrisa…no te recuerdo de otra forma.

Hacía meses que no sabía de ti…Años que no estábamos juntos…Pero los recuerdos que llevo conmigo no tienen fecha de caducidad. Agur Mikel, zure irifarra betirako nire bihotzean. 


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